"... Edward me susurraba los versos de Romeo al oído,
con su irresistible voz aterciopelada,
que convertía la del actor en un sonido débil y basto en comparación. "
con su irresistible voz aterciopelada,
que convertía la del actor en un sonido débil y basto en comparación. "
No hay comentarios:
Publicar un comentario